martes, 26 de agosto de 2014

Así fue como te olvidé.

Entonces pasó el tiempo, nos volvimos a encontrar. 
Tu ya tenías a alguien más.
Yo tenía a alguien más.
Y nos miramos fijamente a los ojos.
Como antes, como solíamos hacerlo hasta que una de los dos se riera o simplemente besara al otro.
Pero esta vez, si pude sostenerte la mirada, no como antes, no como cuando todo había terminado y me dolía verte, cuando sentía un vacío dentro de mi, cuando me daba cuenta que tu mirada me mataba un poco más, entonces bajaba la mirada, porque ya no podía sostener más las lagrimas si te veía.
Ahora, entonces cuando todo ha pasado y un nuevo empiezo a comenzado, ahora que te veo a los ojos, me doy cuenta que todo quedó en el pasado, que mi mundo ya no se cae ante nuestras miradas encontradas, que ya no siento nada por ti, que ya no tiemblo, que ya no se altera mi sistema nervioso, ni estoy balbuceando.
Y aunque ahora los dos tengamos a alguien más ya no me duele, ya no siento aquellos celos irremediables de antes, ni la rabia de no poder ser yo.
Puedo estar cerca de ti y no sentir completamente nada, mi piel no se eriza, ni me da vueltas la cabeza, mi cuerpo no necesita de ti, mis labios no te gritan a besos, ni mis manos piden las tuyas.
Entonces pasó el tiempo, y me doy cuenta que te he olvidado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario