lunes, 16 de febrero de 2015

Han pasado semanas enteras, incluso varios meses, y no nos hemos visto. Tal vez hemos estado juntos, en el mismo lugar, o incluso hemos pasado al lado del otro, o tal vez en el momento en el que yo me iba tu llegabas, o viceversa, pero no, nos hemos visto, ni por casualidad ni por destino, mucho menos por quedar en vernos. Y he comenzado a extrañarte y a perderte más que nunca, cada vez te me vas mas de las manos, del corazón, te pierdo y te vas, te dejo ir y no regresas. Porque en algún momento u otro llevaré mis manos a la cabeza desesperadamente, destrozada, desquiciada, porque me doy cuenta que ya no recuerdo más tu voz, porque no recuerdo más el sabor de tus labios, ni tu risa, de pronto no recuerdo ni siquiera tu color favorito o tu comida preferida, o lo que nos dijimos la ultima vez que nos vimos, no recuerdo lo que te molesta o lo que mas feliz te hace. Me odio, me detesto y me tiro al suelo, rebusco una y otra vez entre mis memorias, entre aquellos momentos, aquellas conversaciones y no encuentro ya nada. Me odio aun más cuando si recuerdo que prometí nunca olvidarte, pero claramente te sigo amando, porque duele saber que mi detestable memoria se está encargando de olvidar lo que ya no está, lo que se fue y que inclusive no volverá, porque me da un terrible dolor en el pecho porque estoy perdiendo lo único y último que me quedaba de ti; tu perfume, tu sabor, el orden de tus lunares, tus canciones favoritas, tus gritos, tu roce, tu aliento, tu mirada, tus derrotas. No estoy preparada para olvidarte ni para dejarte ir por completo, simplemente no lo estoy, pero por alguna razón lo hago sin darme cuenta. Tan solo estoy molesta conmigo misma, creí que aunque te fueras, me quedaría con tus memorias, con momentos inolvidables, con el pasado que me entregaste, con aunque sea un pedacito de vida que compartiste conmigo, y hoy todo se está llendo y no puedo hacer nada para evitarlo. Déjame verte una vez más, dejame recordarte por una última vez, pero te advierto, que, tal vez, solo tal vez, esta vez, no te dejaré ir.

sábado, 1 de noviembre de 2014

¿Podré?

Ahí estoy yo de nuevo, 12 de la madrugada, parada entre la multitud con una cigarro en la mano con los ojos cerrados, intentando recordar el roce de tus labios pasando por mi hombro aquella noche en la que tomabas mi cintura y nuestras manos estaban entre lazadas bailando al compás de la música, y como susurrabas en mi oído; cuando entonces llega aquel chico que mi mejor amiga me había presentado hacía un rato, y me pide que bailemos. Puse una mano en su cuello y con la otra tome la suya, su otra mano estaba en mi cintura y comenzamos a bailar música house, brincábamos, bailábamos, reíamos y hablábamos, y así estuvimos un rato. Pero la noche no iba a estar completa sin que pasaran la canción que tu y yo bailamos y cantamos aquella madrugada, y de pronto sentí como mi corazón se destrozó, puse ambas manos al rededor de su cuello y el puso las suyas al rededor de mi cintura y disminuimos la distancia entre ambos, puse mi barbilla sobre su hombro, e intenté descubrir como es que terminamos así, tu allá pensando en alguien más, escuchando música tal vez, entrenando y saliendo con amigos, y yo aquí intentando buscarte, buscarte en un chico que no está ni un poco cerca de ser tú.
¿Que estoy haciendo? Estoy intentando, estoy tratando de verdad, quiero olvidarlo todo, quiero superarlo, pero con el simple hecho de recordar aquellas noches, aquellas palabras, se llenan mis ojos de lagrimas, y a pesar de que me las limpio e intento olvidar, me es difícil. Pero podré, yo lo sé, aunque me cueste otras lagrimas, cajetillas de cigarros y algunas salidas más, pero podré.
¿O no?

domingo, 26 de octubre de 2014






Pero...

Pero... ¿Y que pasará ahora? ¿Que será de ti? ¿Que será de mi? ¿De nosotros? ¿Que será de los recuerdos, de las cartas que nos escribimos, de los besos que nos faltaron? 
No lo sé, no sé que pasará después de esto. Solo sé que me toca a mi, me toca a mi ir por la vida, vivirla y sentirla, ser feliz, caerme, y levantarme una vez más, querer y arriesgar, ganar y perder.
¿Pero amar? Jamás, no es rencor cariño, no es odio al amor, nada de eso, es solo que es imposible que vuelva a amar a alguien, amar como te amé a ti, podré querer a alguien más, podré desear a alguien más, pasar el resto de mi vida con ese alguien, besarlo y abrazarlo, pero jamás como fue contigo, con tanta intensidad, adrenalina, amor y odio, aventura y pasión, y es que ¡DIOS! lo di todo, te di todo, y te lo llevaste, lo desapareciste.
Sería otro total desperdicio de tiempo dedicar mi vida a buscar el amor otra vez, porque estoy segura que no volveré a sentirlo con otra persona más, pero tu, amor mio, tu me diste el suficiente amor que siempre desee, el suficiente como para acordarme de la primera vez que nos besamos y volver a sentir ese cosquilleo por todo mi cuerpo, como para escuchar la canción que estaba sonando cuando bailábamos sin importar cuan malos eramos y sonreír, me hiciste sentir tanto que aunque ya no estés aquí, te siento aún aquí, siento la química de la primera vez que nos vimos, y no importa ya, porque al recordar cada una de las cosas que hicimos juntos me siento bien al saber que sucedió contigo, conmigo y no con alguien más.
Y aunque me haya despedido de todo esto al fin, aunque me haya rendido y resignado a luchar por el amor, estoy feliz porque lo di todo, di lo suficiente para sentirme satisfecha, porque a fin de cuentas si luché, luché, pero me cansé, y no quiero seguir así el resto de mi vida, tengo que seguir, irme y vivir, lo mejor es que no me voy con las manos y el corazón vacíos, me voy con un sin fin de recuerdos, lecciones, y con la voluntad para seguir.
Pero aquí estoy de nuevo, aquí estoy nueva, decidida a dejarlo ir todo, por un nueva comienzo.



Tenía que dejarte ir,
 tenía que, no quería,
 odiaba esto,
 pero tenía que dejarte ir,
 dejar de gritar tu nombre en silencio,
 dejar de buscarte, dejar de pensarte,
 dejar de amarte, dejar de quererte.
 Iba a ser duro, lo sé,
 pero tenía que porque contigo
 en mi mente todo el tiempo
 no sucedería nada más que hundirme más y más profundo.
Y te confieso que dolió, dolió más
 de lo que imaginé, era obligarme a dejar de llorar,
 de pensarte, de llamarte, hasta soñarte,
 me torturé días enteros buscando
 alguna distracción, fue lo más difícil
 que había hecho en toda mi vida.
Tuve que entender que
 yo no era para ti, ni tu para mi,
 que nuestros destinos jamas
 volverían a juntarse, que estamos destinados
 a vivir el resto de nuestras vidas separados,
 viviendo con arrepentimiento y desamor,
 que nada de lo que hiciera haría que tu regresaras...
No quería, odiaba la idea, pero tenía que dejarte ir...
 Y lo logré.


lunes, 20 de octubre de 2014

No puedo más con esto, es demasiado, estoy cansada, estoy harta, solo quiero que este dolor se vaya, que se vaya para siempre y no regrese jamás, que se vaya con todo y tu recuerdo, tu voz y tus besos. No lo soporto, creía que podría sobre llevarlo, pero no, no puedo, por mas que quiero me es imposible...

viernes, 17 de octubre de 2014

18/10/13

Y comenzando a hacer cuentas, de meses, semanas, días, hoy se cumple un año, un puto año desde que llegaste a joderme la vida, a cambiarla completamente, a enamorarme, a joderme a mi... Honestamente no sé para que entraste en mi vida, aún no le encuentro sentido, después de tanto pensar siempre termino con la cabeza vacía, no hay sentido, no lo hay, jamás lo encontraré ni sabré cual es.
Tal vez solo para enseñarme que tan cruel es la vida y el amor, que tanto te puedes auto destruir por arrepentimiento, que tanto puedes llegar a amar sin ser correspondido, que tanto puedes llegar a hacer por la persona que amas, no sé, no lo sé ni lo sabré, y esto me esta volviendo loca, no puedo más con esto...