No lo sé, no sé que pasará después de esto. Solo sé que me toca a mi, me toca a mi ir por la vida, vivirla y sentirla, ser feliz, caerme, y levantarme una vez más, querer y arriesgar, ganar y perder.
¿Pero amar? Jamás, no es rencor cariño, no es odio al amor, nada de eso, es solo que es imposible que vuelva a amar a alguien, amar como te amé a ti, podré querer a alguien más, podré desear a alguien más, pasar el resto de mi vida con ese alguien, besarlo y abrazarlo, pero jamás como fue contigo, con tanta intensidad, adrenalina, amor y odio, aventura y pasión, y es que ¡DIOS! lo di todo, te di todo, y te lo llevaste, lo desapareciste.
Sería otro total desperdicio de tiempo dedicar mi vida a buscar el amor otra vez, porque estoy segura que no volveré a sentirlo con otra persona más, pero tu, amor mio, tu me diste el suficiente amor que siempre desee, el suficiente como para acordarme de la primera vez que nos besamos y volver a sentir ese cosquilleo por todo mi cuerpo, como para escuchar la canción que estaba sonando cuando bailábamos sin importar cuan malos eramos y sonreír, me hiciste sentir tanto que aunque ya no estés aquí, te siento aún aquí, siento la química de la primera vez que nos vimos, y no importa ya, porque al recordar cada una de las cosas que hicimos juntos me siento bien al saber que sucedió contigo, conmigo y no con alguien más.
Y aunque me haya despedido de todo esto al fin, aunque me haya rendido y resignado a luchar por el amor, estoy feliz porque lo di todo, di lo suficiente para sentirme satisfecha, porque a fin de cuentas si luché, luché, pero me cansé, y no quiero seguir así el resto de mi vida, tengo que seguir, irme y vivir, lo mejor es que no me voy con las manos y el corazón vacíos, me voy con un sin fin de recuerdos, lecciones, y con la voluntad para seguir.
Pero aquí estoy de nuevo, aquí estoy nueva, decidida a dejarlo ir todo, por un nueva comienzo.
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