jueves, 16 de octubre de 2014

Me has dejado sin nada.

Entonces me encuentro en mi recamara, sentada, o acostada, solo ahí, meditando, pensando, recordando, y tan solo me dan ganas de escribir, lo que sea, lo que se me venga a la mente, lo que salga, solo para distraerme, porque me gusta hacerlo, porque me encanta hacerlo, me fascina, pero entonces me doy cuenta que estoy en una depresión tan honda que se me quitan las ganas, me quedo sin ideas, sin palabra alguna, y lo único que me viene a la mente es ¿porqué? ¿Hasta las ganas de escribir me has quitado? ¿Has logrado eso? ¿Cómo? Si al principio eras tu quien me daba alas para escribir, eran tu y tu recuerdos los que me daban inspiración a pesar de que todos esos poemas fuesen tristes o deprimentes, pero escribía, hacía lo que amaba.
Pero al fin y al cabo te has llevado la última parte que te faltaba y la última que me sobraba, se han agotado mis ideas, se han agotado mis recuerdos, y lo último y poco que quedaba de mi te lo has llevado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario